Queremos compartir con vosotros una bonita entrevista, que descubre el alma de la bodega.
De espíritu inconformista y luchador, Garikoitz Rios, Gari para los amigos, lleva el txakoli en el ADN. Toda una vida dedicada a producir vinos de calidad en Vizcaya ha contribuido a transformar la popular imagen de un vino blanco joven, chispeante y de marcada acidez en un fantástico vino blanco de carácter atlántico y con personalidad propia. El txakoli de hoy en día ni se escancia, ni se toma en vaso bajo. Así que sírvete una copa y adéntrate de lleno con uno de los máximos responsables del resurgir del txakoli vizcaíno de calidad.